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lunes, 30 de marzo de 2015

Leyenda de los tres peces

La leyenda cuenta: Estando el Inca Atahualpa prisionero de los españoles en Cajamarca, para pagar su  rescate, consistente en dos cuartos de plata y uno de oro, ordenó a sus súbditos en todo el imperio incaico para que recolectaran el oro y la plata. Pero los españoles antes de cumplir el plazo acordado y tomándose para si los  metales preciosos acumulados al momento, temiendo una reacción belicosa de parte de los generales del Inca,  decidieron ejecutar al soberano. 

Al enterarse del hecho, los encargados de la recolección, con los cargamentos de metales preciosos que  se encontraban en pleno traslado por el camino de los incas, decidieron enterrar lo recolectado con el fin de preservarlo de la desmedida ambición de los conquistadores.

Estas recolecciones fueron enterradas a lo largo del trayecto del camino de los incas, acordando colocar señales de la figura de peces: pez grande,  pez mediano y pez pequeño: Indicando el tamaño del pez la magnitud del entierro.  

Cuenta la leyenda que el pez pequeño fue encontrado, por huaqueros a los bordes del camino del inca en el trayecto que pasa por Nazca, Ica.  El pez mediano, en cambio fue encontrado muy cerca del camino que recorre  el valle del Mantaro. Faltando encontrar el pez grande. La leyenda cuenta que habían evidencias según  los datos recolectados de la versión oral de los que ayudaron en el transporte, se encontrase en el trayecto entre las provincias de Sihuas y Pallasca.

 Un huaquero, que ignoraba la leyenda, mientras  realizaba  excavaciones   en las alturas de Quingao, por los cerros que rodean la meseta de Callampita, al lado de la laguna de Violín Cocha,  encuentra por pura casualidad, la figura del pez grande y con la certeza de que señalice la presencia de un tesoro en las profundidades, dinamita el lugar, pero sólo encuentra la figura de un pez mediano. Un poco decepcionado decide volver a dinamitar el lugar, para a su vez encontrar la figura de un  pez más pequeño que  los anteriores. Al remover la figura del pez, encuentra debajo una piedra de forma cuadrada y de color  blanco, con un orificio en el centro con la  forma de un lingote de oro, pero del tesoro, ninguna evidencia. Los tres peces apuntaban en una dirección, se cree que apuntaran hacia el cerro denominado Piruro Hirca.

Interpretando el hallazgo, se deduce que la figura de los peces serían un señuelo para engañar a los ladrones de tesoros. Pero que indican un lugar importante en los alrededores, es seguro, ya que estaban los tres en el mismo lugar y en diversos niveles. Y que la verdadera señal sería la piedra blanca y su forma.  O tal vez la piedra blanca vaya asociada sólo a la figura del pez pequeño. 

Según la creencia colectiva,  se afirma  que la piedra blanca  estaría indicando las cimas del cerro Piruro Hirca, o sus alrededores. Sustentan su  creencia, en la experiencia contada por los lugareños: "Que todo animal o persona que se acerque a las inmediaciones del cerro muere con hemorragia, se presume causada por el antimonio o monóxido de carbono" emanaciones que evidencian la presencia de metales preciosos. No en vano el cerro se llama Piruro Hirca, que en Quechua quiere decir, piedra perforada (tortero) que sirve para el uso en los quehaceres del hilado, de la forma exacta como la encontrada en las excavaciones.

Autor: Dimas Torrejón Gonzáles

domingo, 22 de marzo de 2015

El Huarajllay



Por toda la huaylla estaban, montón, montón diseminados el estiercol, dicen que es del Huarajllay. Un olor a azufre invade el ambiente donde están esos excrementos. Cuentan que el Huarajllay, según la creencia de los pobladores es un duende que habita en los andes. le encanta la oscuridad, es enano, tiene cuernos de cabra y le encanta la leche de vaca.


La Eleuteria dándole trompadas al becerro ordeña a dos manos la leche de la mulata, "choorrr, choorrr, choorrr ..." la leche levantando espumas se va llenando en el balde, dejando la shojma para el becerro pasa a las otras tetas, en eso que esta afanada observa las heridas en las tetas de la vaca, parecen producidas por dientes puntiagudos como espinas que se introducen en la carne de los pies cuando pisan el huaguro, seguramente a estado el Huarajllay le echa la culpa, acordándose que al duende le encanta la leche de vaca.

En el silencio de la noche cuando todos duermen, y por el frío de la puna los perros también se enroscan para dormir, es el momento propicio para que el huarajllay vaya despacio, despacio con precaución, se apodere de las tetas de la vaca y mame como bebito, dicen, hasta saciarse para luego escapar a defecar por las huayllas. Que mugriento el maldito enano, todavía cerquita de los ojonales donde nace el agua.


- "¿Y cómo saben que el Huarajllay es así para que le echen la culpa de todo, y quién lo ha visto?" - dice Dionisio que no cree en los duendes.
- "Algún animal nocturno debe ser ese cagon que ensucia esas huayllas" - asegura. "Uno de estos días voy a poner una cámara escondida por esas huayllas para grabar quien viene a defecar por ahí"- continua.


La curandera Julia, tempranito, oración, oración olfateando, olfateando va recogiendo el excremento del Huarajllay, según dice "para curar del mal campo y del mal aire". Así diciendo shojma todo el cuerpo desnudo de sus pacientes con la mierda fermentada que apesta más todavía. Lo anecdodico, es que los que fueron sometidos a dicho tratamiento afirman haber sido curados de su mal. 


El Ambrosio también, de ambicioso que es, tempranito se levanta a husmear por las huayllas de Bambalache, con la esperanza de encontrar el excremento fresco del Huarajllay porque según dice - "Si lo encuentro fresco, fresco, se convertirá en oro para premiarme, porque yo si creo en  su existencia" - afirma convencido.


En cambio el LLicu dice - "Yo, no creo en duendes, esos excrementos deben ser de algún ave o animal nocturno, que recurre a los ambientes húmedos para alimentarse de hierba o insectos que abundan por allí". Con el fin de demostrar su teoría ha hecho guardia para observar que fin tienen los excrementos y según él, "lo que sucede con dichos restos es lo que sucede con cualquier otro excremento: O sea se descompone por la intemperie hasta convertirse en polvo y se disemina por el ambiente llevado por el viento, hasta desaparecer". Pura tontería, eso de que se convierte en oro" - Concluye.

 Autor: Jíbaro

Virtudes de la Gongapa

Gongapa en su estado natural en las punas


La gongapa (Vaccinium meridionale), más conocida como arándano andino y en el mundo comercial, como Blue Berry es una de las tantas variedades de arándanos que existen y se cultivan en el mundo. En los andes peruanos, especialmente en las punas de Quingao esta variedad de arándano crece al natural sin necesidad que nadie lo siembre, lo cultive o lo cuide. La otra variedad vaccinium floribundum, también crece al estado silvestre pero aún no han logrado domesticarla.

En muchos lugares de América del sur, países como Argentina, Chile , Ecuador y el mismo Perúlo están cultivando con fines comerciales, obteniendo buena rentabilidad, ya que esta fruta es muy cotizada en el mercado internacional.

La fruta es muy cotizada por su alto valor nutricional casi libre de grasas y sodio, sin colesterol, rico en fibras y alto contenido de vitamina C. Consumida fresca sus propiedades antioxidantes son comparables a los del vino tinto, pues contribuye a mejorar la memoria y a combatir el envejecimiento prematuro, asimismo ayuda a elevar los niveles del colesterol bueno (HDL), a mejorar el colágeno de la piel y a fortalecer los ligamentos, tendones y cartílagos por su contenido de antocianina. Tomada en jugo, sus propiedades antiadherentes impiden el desarrollo de las bacterias, como el helicobacter pilory causante de las úlceras gástricas, en las paredes del estómago. Consumida seca contribuye a curar la diarrea.

En el mundo andino, se difunde oralmente una leyenda que relaciona a la gongapa como fruto usado para olvidar. Poetas y escritores se han inspirado en esta última virtud de la fruta. Es tradicional el uso de los frutos en la tintorería artesanal, obteniendo una variada gama de colores.

Para concluir debemos decir, por las virtudes que posee esta fruta, es un gran potencial para el desarrollo agro económico en la población andina.

Autor: Jíbaro